A cazar ranas a "los pontones" esta era la actividad mas utilizada entre los críos en tardes de verano, a mano, con la escopeta de perdigones, el tirachinas, a pedradas, eran las técnica validas para la caza. Despacio para no levantar las piezas, unos por una orilla, otros por otra, grandes, chicas medianas, el calibre era lo de menos, las mas cotizadas eran los ranones aunque todas acababan o descuartizadas en una piedra o en algún corro de chicas para reírte un rato con sus gritos y aspavientos, a otras les metías una paja por el culo y soplabas hasta tenerlas como un globo ( pobres animalillos ) a alguno le sirvieron para cerrar una piscina madrileña en temporada alta. Las zapatillas en peligro de encharcamiento al principio, luego ya daba igual por que siempre acababas de barro hasta las cejas. De poco servían los labados a fondo antes de llegar a casa en el "caño la cuesta", la marca siempre volvía a salir en cuanto se secaban delatando peligrosamente al que las llevaba al entrar en casa y sufrir el interrogatorio al que no quedabas libre casi nunca. - La madre: ¿de donde vienes? - Tu: de "pahi"... - La madre: ¿ de donde es pahi? - Tu: de pahiii... (como quitando importancia al asunto, sabiendo lo que se avecinaba). - La Madre: Y esas marcas en las piernas; ¿ donde has estado metido? ( ya la voz era mas fuerte dando paso a lo inevitable). -Tu: que me he caído al charco.... (medio llorando para ver si eso suponía una rebaja del castigo) - La madre: ( ya con la zapatilla en la mano) que te has caído, te voy a dar yo a ti caídas en el charco, ranas y ranones ... ZAS ZAS ZAS.... !!!Si ves que tal mañana vuelves¡¡¡¡ Conversación terminada sin mas argumento ni mas final que el que estáis pensando,el veredicto fue culpable con pena de unos zapatillazos y pescozones, al día siguiente sin arrimarte a los pontones por mucho que te lo propusieran, echarte la siesta por orden ministerial, hasta nuevo quebratamiento de la pena ,con la misma sentencia aplicada por el mismo juez y con los mismos argumentos. La caza de ranas en los pontones con el paso de los días se complicaba, eran tantas las batidas que recibían que ya escapaban metros antes de llegar a ellas, entonces se utilizaban los "tiriches" y las escopetas para sacar unas cuantas piezas, a mano ya era imposible, era hora de buscar nuevas charcas o regatos para la caza a mano que era la mas divertida.
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1 comentario:
Un buen truco era llevar la gorra con la visera patrás, así, la rana se creía que ya te ibas, y ¡¡zas!! ¡¡pedrá en tol pescuezo!!
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