A estas alturas ya casi todo el cereal está segado, el año ha venido bueno según los labradores del pueblo, y eso es señal de que ha sido extraordinario, sabemos todos que la condición del agricultor es la de no estar nunca conforme con lo que recoge. Una característica muy peculiar de la zona es que lo de uno es lo mejor, ese sentimiento lo tenemos calado en lo mas hondo, lastima es que no sepamos encauzar esa sensibilidad hacia lo que tenemos alrededor que también es nuestro, pero al ser de todos ya no ponemos el mismo ímpetu que cuando te tocan lo tuyo.
Las historias en torno a la siega en la comarca de la armuña son incontables, cada agricultor entrado en años te puede contar cientos de fatigas pasadas, de la época en que esto se hacia a mano, con la ayuda para el acarreo y la trilla de los bueyes como únicos compañeros de faena. Cada uno de nosotros tenemos las nuestras contadas por padres, por abuelos, tantas veces oidas que quedan grabadas en tu memoria.
Se comenzaba la siega del herbal ( garrobas, arritas, lentejas etc) por San Antonio, se continuaba por la cebada, el trigo y se finalizaba con los garbanzos, a todo esto se intercalaban las faenas de las eras, la trilla, limpia, criba, encierra el grano, recoger la paja, finalizando al barrer las eras de tamos y grancieros.Total que se llegaban casi las Ferias de Salamanca cuando se acababa la faena del verano, quedando los cuerpos maltrechos de los sudores pasados, falta de sueño y extenuación en todos los miembros del cuerpo de los estragos de estos largos meses estivales. Todos hemos oído contar anécdotas de algún mozo que el día de Santiago, entonces festivo nacional, o Santa Elena, que se acostaba la siesta y cuando despertaba era para ponerse la ropa de trabajo, que el día y la noche se le habían ido durmiendo. Los jornaleros o segadores que se contrataban entonces eran muchos, gallegos, serranos y de los pueblos cercanos. En las casas de los labradores con mucha faena se multiplicaban las bocas a la mesa, consumiendo en esta época las grandes matanzas que se hacían en los meses invernales.
Posteriormente llegaron los primeros tractores siendo ya una gran ayuda para la siega con segadoras que daban los haces atados, aunque no todos... Las maquinas trilladoras, las limpiadoras trajeron en principio algo de mejora para el agricultor, mas tarde llegaron las primeras cosechadoras que llenaban las tierras de sacos, eso ya era un gran adelanto el ir a recoger solo el grano limpio de polvo y paja.
Ya en el día de hoy estas labores son mucho mas sencillas con todo mecanizado, haciendo el trabajo mas llevadero para el agricultor. La tendencia actual es la de sembrar solamente cereal y girasol, dejando de lado algo por lo que es famosa nuestra comarca armuñesa como es la Lenteja, los regadíos tampoco son muy corrientes siendo contados los agricultores que se decanten por realizar inversiones para la mejora de sus tierras apostando por esta opción.
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