Buceando en los océanos internautas descubro la siguiente entrada en este blog Argentino. La casualidad es grande, pues con una nieta del señor Francisco Ascensión Villanueva García mencionado en esta entrada, me ha enviado varios correos solicitando fotos de la casa donde se crió su padre, para un trabajo científico que realiza su hija, yo no he podido conseguir lo que me pide, pero con esto lo hago público por si alguien de los que por aquí pasan tienen algo para ella se pongan en contacto conmigo enviándome un correo. Para mas señas este hombre era hermano del "tio Pito" y de la madre de Liber, para que a los mas mayores se les refresque la memoria. En Calzada solamente queda Liber de esta familia. Francisco Ascensión Villanueva García nacido el 18 de mayo de 1882, en Calzada de Valdunciel, Salamanca, España, inmigró a la Argentina en el año 1921 con 39 años de edad. Según lo analizado, este señor Francisco se dirigió a nuestro país con su hermano Manuel Villanueva de 49 años de edad y su hijo mayor José Isidro Villanueva de 14 años de edad; éste último, nacido como su madre Mercedes Martina Calvo Pablos de Villanueva García y sus cinco hermanas en Forfoleda, Salamanca, España. En el año 1921, más específicamente el 20 de marzo, Francisco, José y Manuel Villanueva suben al barco “Arlanza” y viajan rumbo a Argentina, donde en el puerto de Bs. As. los espera un tal Vasco Ruiz. Revisando y analizando los prontuarios alojados en el archivo de la Jefatura Policial del Departamento Caseros, más claramente el de José Isidro Villanueva, no se encuentra ninguna ficha que demuestre que ellos llegaron en dicho barco y en dicho año. Este ítem el cual es de gran importancia, se puede relacionar con lo expresado por Héctor Villanueva: …” un hermano de mi papá lo trajo escondido en la bodega de un barco, y por medio de unos amigos lo hicieron salir como fallecido. Entonces nunca más pudo regresar a España porque era un desertor”… Preguntando a los entrevistados si saben las causas de porqué vinieron, suponen porque no tenían dinero… “vinieron hacer la plata acá porque se dice que acá se hace la plata con la pala”. Después de dos años, en 1923, llegan a la Argentina la esposa de Francisco y sus cinco hijas. Ya aquí se van de Corral de Bustos y se trasladan hasta Casilda, distrito Desmochado Afuera, un campo que estaba a la ladera del río Carcarañá, y alquilan unas parcelas de tierra ya que la familia se había agrandado. También éstas son del señor vasco Ruiz o Martínez. Preguntándole a Mariano Villanueva acerca de su infancia (alrededor de los años 1930/1935) y su relación con la familia y el trabajo ya establecidos en Casilda, responde como algo sustancial a tener en cuenta que de chiquito se jugaba y de grande se trabajaba. Recuerda que nació a la ladera del río Carcaraña y que su casa era chica. Vivían todos amontonados en dos piezas que había en la cocina, y las paredes estaban revocadas con barro y paja por dentro. Alrededor de ésta no había nada, solo plantas salvajes. Se acuerda también que su padre era maestro de una escuela de Firmat y que se iba caminando hasta ella. Además comenta que cuando tenía 18 años y empezó el servicio militar fue cuando comenzó a ir a la ciudad. Se llegaba a ésta en sulqui o caballo, para ir a misa, a buscar mercadería dos veces por semana y a llevar y vender cereal. Estos arrendatarios se insertan en el medio económico local realizando las labores agrícolas tradicionales, es decir, siembra y cosecha de cereales para luego comercializarlos con las casas cerealistas de la zona. Si bien el campo era una unidad productiva trabajada por los integrantes de la familia; en tiempo de cosecha se buscaba gente de afuera, del pueblo, de Casilda, para los trabajos en el campo. Iba gente con las máquinas ya que los Villanueva no tenían maquinarias propias; “…iban 4 o 5 arriba de la parva y uno que cortaba si era con el hilo y otro que desparramaba”. A esta gente les pagaba el propietario de la máquina, y el único trabajo que debían hacer era trillar. Si demoraban algunos días, ellos descansaban en carpas; si en un día se trillaba todo, iban hacia otro campo y así sucesivamente. Las mujeres hacían trabajo de campo: sacaban bolsas y juntaban maíz, hacían pan casero, masitas caseras, criaban pollos, arrancaban y sembraban papas, juntaban y plantaban camotes. Estas actividades se compartían con los hombres. Las mujeres eran “conchabadas”, refiriéndonos con esto en un sentido actual, al trabajo de una empleada, como una sirvienta, por llamarlo de alguna manera. Por otro lado las mujeres también hacían actividades como tejer, coser, remendar, lavar la ropa a mano. Por Romina Zanetti / Casilda (Santa Fe) E-mail: pitu_rsz@hotmail.com Publicado por Centro Cultural y Museológico Ferroclub Arequito
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